LA ÉTICA EN LOS NEGOCIOS
Desde siempre, me atrevería a decir que desde que el mundo existe, han existido los negocios. Dígase en forma de trueques, cambiando en especies o en trabajo por concesiones, etc.
Es por este motivo que hoy me decido a escribir sobre la ética en los negocios, no voy a contar las innumerables anécdotas que me han sucedido a lo largo de mi vida dedicada casi en la totalidad al mundo de los negocios, para no aburrirlos, pero si me gustaría centrar el tema de la degradación que se está produciendo a pasos agigantados por la intromisión de los no profesionales en particular en el sector de la compra venta de inmobiliaria y en el de la inversión financiera.
Se entiende por supuesto de los tipos de negocio, desde los más simples hasta los de máxima envergadura y volumen.
No es necesario remontarse a la época de los mercaderes de la vieja Ruta de la Seda, ni de los acuerdos de fenicios y otras celebres gentes de civilizaciones pasadas, solamente cabe mirar hacia atrás unos pocos años.
Hacia mediados del siglo pasado todavía imperaba la ética de forma mayoritaria, que envidia sana sentía yo por mis abuelos que cerraban tratos dándose un apretón de manos y no hacia falta pasar por notaria.
No han pasado muchos años y en este mundo actual que evoluciona tan rápidamente, cada vez más tanto en el mundillo de los negocios de los profesionales autónomos y pequeños comerciantes, como en el de la empresa mediana y grandes holdings, se han infiltrado y entrometido una peligrosa especie salida de los desechos de nuestra sociedad.
Se dedican a buitrear y carroñear haciéndose pasar por verdaderos profesionales y entendidos de los negocios (con o sin estudios) la mayor parte procedente de sectores empresariales en los que se han hecho en la empresa o empresas que trabajaban, pero no en la categoría y responsabilidad adecuada, para estar preparados para entender y acometer con éxito negociaciones en el mundo de los negocios, y claro pasa lo que pasa.
Intentos de pelotazo, intromisiones que provocan confusiones y malentendidos, falsificación de documentos que abortan el cierre de negocios, chantajes, amenazas; si digo amenazas, incluso hay quien se dedica ha amenazar, sigo tratando sobre el mundo de los negocios no de el del hampa, no me he confundido de tema.
Por respeto a los diferentes colectivos de profesionales que intervienen en el mundo de los negocios no mencionaré ninguno, puesto que seria injusto que por culpa de una minoría pagáramos los platos rotos los restantes.
Por fortuna existen mecanismos tanto legales, como los propios derivados de nuestra experiencia acumulada como profesionales que nos permiten ver venir a este tipo de sujetos.
Desde estas líneas pido encarecidamente a todos los hombres de negocios desde los más modestos a los más importantes, que no permitan seguir evolucionando a esta fauna de la que hablaba, que siga imperando la ética, que con o sin notarios, es la que nos dará garantías y seguridad en nuestros negocios.
Demostrémosles a estas gentes que para formar parte de este sector, lo primero y más importante, además de estar capacitado, es ser éticos, tener dignidad, porque sino, no nos engañemos, si permitimos que en el mundo de los negocios valga todo, llegará un momento que ya no sabremos distinguir; entre el cierre de un buen negocio o una estafa.
Jordi Selva
Bailio de Catalunya
Orden Bonaria